lunes, 25 de julio de 2011

Continúa la Pasión Celeste

Noticia





Reducir Normal Aumentar Imprimir "Sólo 3 millones se necesitan para ser el más grande de América", pregonaba antes de la final de la Copa América 2011 una de las numerosas banderas uruguayas que adornaron el estadio Monumental de Núñez, a modo de anticipo de lo que sucedería más tarde, en el encuentro final contra Paraguay.





La "Celeste" goleó por 3 a 0 al conjunto "guaraní" y se convirtió en el equipo más ganador de la historia del torneo continental, con 15 éxitos, uno más que la Argentina, su clásico rival deportivo del Río de la Plata.





Uruguay, un país de apenas 3,5 millones de habitantes que respira fútbol, además de latir a ritmo de candombe. Un país pequeño, pero acostumbrado a las grandes hazañas, que endulzan aún más el néctar de la pasión "charrúa".





Corazón, garra y una vida entera dedicada a rendir tributo a la número 5, como parte de una devoción casi religiosa.





"En Uruguay uno nace con hambre de gloria, porque desde que empezás a jugar al fútbol siendo chico todos te dicen que tenés que ser campeón de América y campeón del mundo", señaló Diego Lugano, el capitán del conjunto "celeste", tras la obtención del 15° trofeo continental.





"Siempre soñás con esto, porque es parte de nuestra cultura. Uruguay es un país que respira fútbol y cuando empezás a patear una pelota, soñás con ganar la Copa América. Hemos respetado un poco la historia de nuestro fútbol y eso nos llena de orgulloso", agregó el defensor.





La Selección dirigida por el "Maestro" Oscar Tabárez logró prolongar en el certamen que se disputó en Argentina el alentador momento deportivo que le permitió convertirse en la sensación del Mundial de 2010 en Sudáfrica, en el que terminó en un festejado cuarto puesto.





Además, demostró que el trabajo, la solidaridad colectiva y el trabajo en equipo suelen prevalecer por sobre las figuras, por más renombre que éstas hayan alcanzado, porque, al fin y al cabo, el fútbol es un deporte de conjunto.





Claro que Uruguay cuenta en sus filas con astros de la categoría de Diego Forlán y Luis Suárez -elegido como el Mejor Jugador de la Copa América 2011-, pero fue su estructura grupal, armada desde atrás hacia adelante, la que le permitió llegar a la final y consagrarse campeón.





De este modo, la "Celeste" demostró quién manda en el Río de la Plata y ratificó su condición de mejor equipo de América tras arañar el podio hace un año en Sudáfrica.





En declaraciones a Noticias Argentinas, Lugano, con el trofeo en sus manos después del encuentro contra Paraguay, reconoció que era "muy importante" para la actual generación de jugadores uruguayos, para el entrenador y el fútbol de su país en general poder confirmar en el certamen continental el trabajo realizado en la cita mundialista de 2010.





"Hoy por hoy somos el mejor equipo de América, porque ganamos la Copa, hicimos el mejor Mundial, no caben dudas", sostuvo el defensor, que expresó de todos modos que "el fútbol es muy dinámico" y en las próximas Eliminatorias, que comienzan en octubre, "todo empieza de nuevo".





Lugano aseguró que el título conseguido este domingo en la cancha de River significa un premio a un "proceso de trabajo" y al "esfuerzo" de la selección uruguaya.





"Han sido varios años de trabajo. Un proceso de trabajo, una organización y no todos creían que se podían lograr cosas. Ésta es la copa con la que tanto hemos soñado, ganarla es muy difícil y mucho más para nosotros", remarcó el defensor del Fenerbahçe de Turquía, que agregó: "Todo en Uruguay cuesta mucho".





"Nada es fácil para nosotros, pero Uruguay demostró que se merece esta Copa. Este grupo se lo merece, jugó el mejor fútbol, tuvo al Mejor Jugador de la Copa (Suárez), al Mejor Jugador Joven (el central Sebastián Coates), fuimos el equipo con más goles, con la mejor defensa, ganamos el premio Fair Play. Somos un más que justo campeón", enfatizó.





La "Celeste", fiel a su estilo, se alzó con el trofeo después de una actuación de menor a mayor en un torneo que vio cómo la Selección argentina quedaba eliminada en los cuartos de final, a manos de Uruguay precisamente.





"Nosotros somos mucho más que jugadores de fútbol, somos gente que representa a nuestro país, a nuestra cultura (...) Llevar ahora la decimoquinta Copa para Uruguay es un orgullo enorme, que no entra en el pecho", expresó Lugano, líder del pequeño gigante que volvió a gritar ¡campeón! en Buenos Aires, para enriquecer aún más su historia.