jueves, 27 de octubre de 2011

Un niño en apuros

La timidez de un alma acorralada.



Debido a mi experiencia personal dentro del tema a tratar a continuación, he llegado a algunas pequeñas resoluciones para determinados casos. Espero que sirva de ejemplo y un modo orientativo para saber cómo es un corazón inocente, en plena crisis familiar.





La familia.



Cuando la familia entra en crisis sentimental, la mente de una persona queda como alguien que camina al sol durante un calor de treinta y ocho grados (38°C), durante un día entero, sin agua y con un hambre de dos días. Así como el estado aparente es notable de una persona en tales condiciones, sería el interior de una persona que vive una crisis familiar, sin provocarla y sin ser el culpable si es que lo hay.



Una persona para estar en tal situación, debe estar desesperada o perdida. Y es justo la combinación que trataremos.



Cuando el pilar masculino o femenino de una familia comienza a presentar la crisis, no se pasan las veinticuatro horas (24Hs), para comenzar la decadencia. Esto tiende a empeorar. Cuando hay gritos, ofensas verbales y violencia, no caben dudas que el respeto se ha hecho humo. Sentarse y charlar, no adelanta en medio de la crisis, lo mejor es separar ambas partes durante un tiempo mayor al de cuarenta y ocho horas, para salvar lo último que queda. La esperanza de volver amar. Este tiempo es fundamental para enfriar las ideas e intentar charlar civilizadamente. Discutir en medio de la crisis, genera más crisis, cuando ninguno quiere dar el brazo a torcer. Cuando esto ha ocurrido, es porque se ha perdido completamente, el control de la familia. La comunicación y el compromiso del uno para el otro, se ha puesto en el décimo lugar.



Cuando una de las personas comienza a tener actitudes verbales, que continuarlas llevarán a un tono ofensivo, a críticas por cosas no realizadas, cobranzas y actitudes de resentimientos, ¡Cuidado!, esto es el paso para una crisis fuerte antes de los tres meses. Es aquí donde la habilidad puede dar vuelta esta situación. Si en vez de discutir, se piensa una solución juntos, de cierto será más divertido que peligroso. Pedir disculpas aunque se esté con la razón, puede salvar una vida y tu corazón. Estrechar lazos de amor y vínculos de esperanzas y confianza en el uno para el otro, fortalece la relación. Para el hombre es importante que se le escuche y se lo integre en lo que él ha sugerido; pero la mujer, tiene el deber de hacerse la que no sabe hacerlo completamente, simplemente para que su compañero, entre en la cuestión y le ayude o muestre como se hace. Pero para esto, solamente basta una palabrita en tono bajo y delicado, usar el corazón y la razón, y no el acoso y la reclamación de que todo, ella tiene que hacerlo. El casamiento no es un contrato de deberes y obligaciones, es más, deberían vivir sin pensar que están casados, son novios y amantes del uno para el otro. Yo velo por ti y tu por mi.





Cuando hay un niño en una discusión de papá y mamá.



Cuando un niño presencia una riña o disputa verbal. Su corazón se acelera, sus emociones quedan a flor de piel y su mente trabaja a full. La actitud de algunos son:



A – Gritan y lloran desesperados en un lugar y claman por mamá o la persona más cercana afectivamente. Generalmente es alguien que está presente y que ha marcado fuertes lazos de amistad sea por conversar con el/ella, jugar o alimentar. Este niño cuando se lo retira de la escena, continúa llorando hasta que no ve a los dos que discutían o peleaban físicamente, separados y callados. Y su actitud es acercarse a la persona que está más tiempo con el de los que acababan de pelear. Si es chico, pedirá que lo tomen en los brazos.



Por dentro, el niño se siente con miedo y no sabe que tiene miedo. La reacción brusca de los adultos lo aterra y por ello llora. Parece obvio, pero nunca se piensa en el niño en el momento de discutir.



B – El niño corre y se prende a una pierna de la persona que está más tiempo con el, de los dos que están en plena riña. Unos lo hacen en silencio y luego lloran, otros lo hacen llorando y otros combinan los dos en un desespero, sus ojos se agrandan y si le tocas el corazón, el pulso está descontrolado. También algunos intentan llamar la atención, pidiendo que se le haga cosas como: leche, café, pan, golosinas, etc. Pero siempre alguna cosas piden cuando en realidad lo que intentan decir, es que se detengan antes que se desespere y entre en angustia.



Primero se ponen nervioso, luego quedan triste y les viene una angustia. Su pecho se “apreta” y sienten que están llenos y no saben, algunos, que es la sensación del nudo en la garganta, porque no han puesto sus temores y angustias hacia fuera, sea conversando o llorando amargamente.



C - El niño se aferra a un muñeco, un juguete, o enciende un televisor o su video juego. Pero en realidad busca frustrado, distraerse de la escena, aunque no mira sus oídos están agudos, procesando cada palabra y actitud de los padres. Aunque no ve, el consigue sentir y percibir cada momento.



Estos pasos, son sumamente primitivos a los ojos de los adultos, que en realidad pueden decir que es incorrecto, que no es bien así. Pero se cae de maduro, que cada niño es una mente completamente diferente y su mundo está en constante afirmación y cambios mentales. Ver el entorno como lo ve un niño, es ver de abajo para arriba, no de arriba hacia abajo, donde todo se ve ampliamente. Hay niños que se encierran en un mundo de silencio cuando llegan a la casa. Están en constante alerta cuando llega la hora de que su padre y su madre se encuentren. Cuando en realidad, para el debería ser la hora y momento más esperado.



Esto es en medio de una crisis, pero cuando la crisis ha pasado y dejado en ruina a todo concepto de familia, el niño que más necesita de ayuda es el que tiene la mirada más lejana.



Este es el peor de los casos. Su apariencia se confunde con la de un niño tímido. Si bien puede ser un niño que en la escuela rinda, lo está haciendo a la mitad de su capacidad. No quiere jugar, y si lo hace, no sostiene más de diez minutos cualquier juego con el entusiasmo que debería para un niño de su edad. Está en un perfil tímido constantemente, porque se siente sólo,, desamparado y se siente rechazado, cuando en realidad, sí quieren jugar con el. Todo esto se suma a la separación y el mal trato que sus padres se dan entre si. La casa para el queda vacía, su mundo queda hueco de cualquier afecto.



Aunque hubiera sido muy amado, el no recordará nada, porque se ha drenado cada gota de amor y cariño que le dieron, a cada segundo que discutieron los padres. El niño está en un mundo donde cada momento es nuevo aunque sea el mismo momento. Es idéntico a cuando un niño de tres años quita un adorno del lugar, si le dices que coloque de nuevo, el se queda con el adorno en las manos, mira el adorno y te vuelve a mirar, entonces te lo da. Tú le enseñas donde estaba, y te lo da a ti nuevamente aunque haga mención que entendió y lo va a colocar. Luego lo dejas en su sitio y el insiste en el mismo caso y aunque pase una semana, el volverá a ser atraído por el mismo lugar y objeto y comienza todo nuevamente hasta que aprende y no lo hace más; Y si lo quitas y pones en otro lugar, el lo tomará y lo colocará en su antiguo lugar. Esto no sucede solamente con un niño, también sucede con los adultos cuando se trata de cariño o comprensión. Por eso es tan valioso para la formación del carácter de un niño, la presencia de amor, paz y la unión de las personas que son un referente para si. Generalmente un adolescente es la mitad, de lo que vivió en su niñez. Si le haces una regresión por sus actitudes y reacciones, puedes descubrir sin conocer a sus padres, como fue o es su familia directa. No siempre se da, pero no se necesita un título universitario, para saber cuando un niño o adolescente pide auxilio en forma de timidez, agresividad o disminución de su coeficiente intelectual.



Ahora no quieras imaginarte a un niño viviendo por todo esto y que en sima, está pasando mal económicamente. Sintiendo hambre, hambre de pan, hambre de un abrazo y alguien que lo invite a jugar.



El padre o la madre tienen el poder de hacer y destruir a un niño. ¿Cómo?



Cuando se pelean y dividen en dos, el mundo que ellos mismos construyeron para el, porque cuando esto sucede, estar con el niño, se vuelve una obligación lo que antes, era una diversión y un placer. Porque el era el centro de los dos y el amor era parejo, fluía y se nutrían todos al mismo tiempo de lo que nosotros denominamos Familia.



Texto original en www.daimers.com