martes, 17 de enero de 2012

vi un E.T





El piojo de la cabeza es un insecto que vive entre los cabellos. Tiene de 2 a 4 mm de longitud, es de color grisáceo, sin alas. Se alimenta de sangre que chupa de la piel de la cabeza cuando pica a las personas. Se reproduce rápidamente; cada hembra pone de unos cien a trescientos huevos, llamados liendres, que son de color blanco y están fuertemente adheridos a la base del cabello. Hacen falta de 7 a 10 días para que se incube el huevo y se desarrolle la larva. La parasitosis de piojos se llama PEDICULOSIS.


La pediculosis es la infección producida por los piojos.

El síntoma principal de la pediculosis producida por el piojo es el picor del cuero cabelludo, ocasionado por la irritación de la saliva que el insecto deposita en la pequeña herida de la picadura. La irritación puede ser tan intensa que, al rascarse, se pueden producir rasguños en la piel e infecciones bacterianas. La pediculosis es corriente en escolares, sea cual sea su nivel social. Los adultos no son propensos, actualmente, a la infestación. Se localiza principalmente en la cabeza, y en algunos casos puede afectar a cejas, pestañas y barba.


El contagio

La forma de transmisión más corriente de los piojos es el contagio directo. Además del contacto persona-persona, el uso de cepillos, peines, gorras y bufandas también es una vía de transmisión. La infectación es muy normal entre los niños, preferentemente entre los 4 y 6 años, y con menor incidencia entre niños de edad comprendida entre los 6 y los 10 años. Los piojos pasan muy fácilmente de una persona (de una cabeza) a otra; por tanto, es necesario mantener medidas higiénicas adecuadas:

MEDIDAS HIGIÉNICAS:

Revisar la cabeza de los niños, sobre todo detrás de las orejas, en la nuca y en el flequillo. · Lavarles con frecuencia el pelo: dos o tres veces por semana. · Peinarles diariamente el pelo. Limpiar los peines y los cepillos a menudo. · Evitar compartir los útiles de limpieza personal. Se desaconseja el uso de lociones y champús como prevención por cuatro razones:

# El tiempo de contacto es corto.

# La concentración del fármaco es baja.

# La penetración del insecticida es reducida cuando el piojo está inmerso en el agua.

# Las aplicaciones inadecuadas pueden favorecer la creación de resistencias.


Cuando el niño se rasca insistentemente o bien la escuela avisa de la presencia de piojos, podemos comprobar su infestación. Es fácil detectar los piojos. Si se inspecciona el cuero cabelludo buscándolos, a pesar del pequeño tamaño de los piojos (2-4 mm), es fácil encontrarlos; el aspecto de caspa que tienen los huevos, sobre todo detrás de las orejas, en la nuca o en el flequillo, también es fácil de apreciar. Si parece que hay piojos, el mejor método para comprobarlo es cepillar el pelo o pasar un peine de púas finas sobre un papel blanco. Los huevos o liendres caerán sobre el papel y se verán pequeños puntos blancos. Si comprobamos la presencia de huevos muy probablemente habrá piojos.

Se puede decir que el aumento de las epidemias de pediculosis está relacionado con el olvido y el exceso.

* Olvido: Porque hoy en día los padres no vigilan las cabezas de los niños, dando por supuesto que no habrá piojos.

* Exceso: Porque cuando, ¡sorpresa!, ¡los piojos están ahí!, se empiezan a utilizar indiscriminadamente los insecticidas disponibles en el mercado, sin hacer un tratamiento sistemático y olvidando las instrucciones de las autoridades sanitarias. Normas de actuación Nada más tener constancia de la infectación, hay que consultar al farmacéutico y seguir unas pautas de actuación. Prevención del contagio a otras personas: 1. Hay que comunicarlo a las personas que conviven con el infestado o tienen contacto con él. Por tanto, hay que comunicarlo a la escuela. 2. Se tienen que desinfectar la ropa y las sábanas, los peines y cepillos, los juguetes y las alfombras y tapizados. o Ropa y sábanas: lavar a 55ºC al menos 20 minutos o Ropa que no se puede lavar: limpiar en seco o aplicar insecticida químico en polvo. o Peines y cepillos: lavar a 55ºC durante 5-10 min o sumergirlos 30 min en solución peliculicida. o Juguetes (sobre todo los de trapo): Lavar a 55ºC durante 5-10 min o sellarlos en una bolsa de plástico hermética durante 2 semanas. o Limpiar los suelos, alfombras y tapizados de la habitación. El tratamiento *El tratamiento es sólo para después de una infestación. Nunca para una prevención. Una vez producida la infestación, es necesario: *Adquirir en una farmacia una loción antiparasitaria a base de piretrinas. Hay que seguir estrictamente las instrucciones de los diferentes productos comercializados, teniendo en cuenta que, con muchos de éstos, se tendrá que repetir el tratamiento varias veces para matar a los piojos que van saliendo de los huevos. *Mojar el cabello seco con la loción. No escatimarla en la zona de detrás de las orejas y en la nuca. Mejor no cubrir la cabeza, pero si se hace, hacerlo con una gorra de plástico. *Después del tiempo mencionado en las instrucciones del producto, lavar la cabeza con champú. *Aclarar la cabeza con agua y vinagre (la proporción es de un parte de vinagre por dos de agua). *Quitar las liendres (huevos) con la mano o con la ayuda de un peine. *El tratamiento se tiene que repetir 10 días más tarde y 20 días después, por seguridad. *No olvidarse de sumergir en la loción pediculicida los objetos relacionados con el cabello (peines, cepillos, pasadores, ornamentos, etc).